¡HOLA! Soy Diego Puertas, un joven muy curioso, estudiante, emprendedor, inversor y quizás también un poco “cuñao”, no lo niego…🙃
Estoy en el Alhambra Venture, la feria andaluza más importante sobre startup y emprendimiento. Y creo que estando aquí debería de hablar de un libro que leí en su día y me encantó, Superfounders
Por lo tanto, en el artículo de hoy veremos lo que realmente importa para que una startup tenga éxito, según el libro escrito por Ali Tamaseb, socio de uno de los Venture Capital más importantes de Silicon Valley, hay muchas suposiciones comunes sobre lo que se necesita para construir una startup exitosa de mil millones de dólares, frecuentemente conocida como "unicornios".
En el mundo de las start-up hay muchos mitos, uno de ellos es que el fundador tiene que ser un desertor de la Universidad, como Mark Zuckerberg. Otro es que, como Apple, un unicornio debe tener fundadores que manejen los aspectos técnicos y visionarios del trabajo.
Sin embargo, usando estadística, estos datos se caen por su propio peso, recopilando 30.000 datos desde 2017 encontramos que, en realidad, hubo más fundadores con doctorados que fundadores que hayan abandonado la universidad y contrario a lo que podemos pensar, solo el 15% de los unicornios participaron en un programa acelerador.
Pero bueno, durante el artículo ya tendremos tiempo de ver datos y más datos, estás son las 5 características que Tamaseb ve más importantes para que una startup se convierta en un unicornio.
💨 El artículo de hoy en un vistazo.
Fracasar antes de tener éxito. Los fundadores más exitosos son los que ya han fundado algo antes, independientemente de si fue un éxito o un fracaso, han aprendido la lección y ahora están más preparados, con más experiencia.
Aprender a pivotar. Adaptarse a los cambios es fundamental para el éxito empresarial, no enamorarse de una idea, si no saber adaptarse al entorno y al mercado que lo rodea es una característica esencial para todo fundador.
Comprender el mercado. Muchos pueden pensar que es mejor, penetrar un mercado nuevo, sin competencia, sin embargo, otros se lanzan a competir en un mercado con grandes competidores, ya que ven que hay negocio, sea como sea llevar una startup a convertirse en un unicornio es complicado en ambas situaciones.
El momento es importante. Algunas ideas simplemente no tuvieron éxito por el momento en el que se lanzaron. Contrario a lo que dicen los inversores a largo plazo, el timing es una de las características más importantes.
El bootstrapping es interesante. Muchos piensan que levantar rondas es lo más importante, a veces una buena gestión del capital, también puede llevarte al éxito.
Fracasar antes del éxito.
Para la mayoría de las personas, la idea de una startup exitosa es sinónimo del éxito de Mark Zuckerberg, quien inició Facebook desde su dormitorio universitario. O de Steve Jobs, quien inició Apple en su garaje. Este tipo de historias pueden ser desalentadoras para los aspirantes a empresarios, quienes podrían pensar que tal vez no son lo suficientemente inteligentes porque no estudiaron en Harvard o porque ya son mayores de 25 años.
Así que aclaremos algunos conceptos erróneos.
En primer lugar, los datos de Tamaseb muestran que la edad no importa. La edad promedio para los fundadores de unicornios es de 34 años. Hay innumerables historias de éxito de unicornios dirigidos por fundadores más mayores, como Eric Yuan, que tenía 41 cuando fundó Zoom. Es algo comprensible, han acumulado mucha más experiencia que un veinteañero y lo más probable es que ya hayan fracasado con su primera startup.
Un segundo mito que necesita ser derribado es la superstición en torno al número de cofundadores. En Silicon Valley, esta noción se ha arraigado tanto que algunas firmas de capital de riesgo evitan invertir en fundadores independientes. La razón es que tener dos mentes en la startup es mejor que una y ayuda a dividir la carga de trabajo. Sin embargo, según Tamaseb, el 20% de los unicornios fueron fundados por fundadores en solitario. También, algo a favor de los fundadores independientes es que las luchas de poder y las diferentes visiones sobre la dirección de la startup son dos escollos comunes de muchas nuevas empresas.
Aunque los fundadores de Facebook, Dell, WordPress, Snapchat y WhatsApp abandonaron la universidad, en realidad son una minoría. Entre los fundadores de unicornios, el 36% tenía una licenciatura, el 22% una maestría en administración de empresas y alrededor del 33% tenía algún otro título avanzado. Del mismo modo, mientras que muchos fundadores fueron a universidades de primer nivel, como Stanford, Harvard y MIT, muchos otros se graduaron de escuelas que no estaban clasificadas a nivel nacional entre las 100 mejores.
Por tanto, la edad, la educación y la cantidad de cofundadores no son predictores del éxito de una startup.
Sin embargo, un predictor significativo del éxito que encontró Tamaseb fue que aproximadamente el 60% de los fundadores de unicornio habían lanzado previamente nuevas empresas. Una de las razones por las que lograron el éxito se debe a que su experiencia previa les permitió tener contactos en la industria, para poder encontrar los empleados e inversores adecuados y que sus nuevas empresas despegaran.
Y, además de los contactos, que son de una importancia mayúscula en este mundo, lo más importante también era la experiencia, habían aprendido de los errores cometidos.
Aprender a pivotar.
Sabiendo que el fracaso previo en la fundación de una empresa no predice el éxito futuro, echemos un vistazo a lo que es importante cuando se trata de iniciar una empresa.
Contrariamente a la creencia popular (y las ilusiones), la mayoría de las buenas ideas para empresas emergentes no surgen como momentos “eureka”. Suelen ser el resultado de un minucioso proceso de análisis. Muchos fundadores de unicornios eligen deliberadamente un mercado o una tendencia y luego buscan resolver un problema en esa industria.
Erik Torenberg, inversor en capital riesgo, ofreció algunas formas simples de buscar buenas ideas:
Resuelve un problema que a la gente realmente le importe, como lo hizo Tinder para las personas solteras.
Desbloquea un nuevo activo, como lo hizo YouTube con el contenido o lo hizo Airbnb para los viajeros.
Encuentra una industria tan aburrida que nadie quiera innovar en ella, como lo hizo Flexport con la gestión en cadenas de suministro.
El éxito se deriva no solo de la idea. La verdadera clave es combinar la oportunidad con un sentido de propósito. Fundar una startup es un trabajo arduo y los primeros años serán difíciles, por ello, muchos inversores buscan ideas impulsadas por una misión, ya que si el fundador está motivado por la pasión, será más probable que resista las diversas trampas de los primeros años.
Otro aspecto importante para tener éxito es tener la flexibilidad para pivotar, y muchos unicornios a menudo comenzaron como algo más que la simple idea.
Stewart Butterfield, uno de los fundadores de Slack, es un maestro del cambio. Años antes, Butterfield había fundado Neverending, otra empresa de juegos que fracasó. Sin embargo, su servicio para compartir fotos tuvo éxito, por lo que cambiaron su nombre a Flickr y finalmente lo vendieron a Yahoo por 35 millones de dólares.
En la industria de la tecnología, saber pivotar es importante, ya que muestra qué fundadores son flexibles y están dedicados a encontrar las oportunidades. En lugar de enamorarse de sus ideas principales significa que están dispuestos a ser humildes y reconocer cuando una idea estaba fallando, y además, tienen la capacidad de adaptarse antes de que la empresa se quede sin dinero.
A pesar de todos estos cambios exitosos, es importante tener en cuenta que hacerlo es un último intento desesperado por salvar la empresa. Al pivotar, los fundadores no solo desperdician años de trabajo, sino que también juegan con la confianza de sus inversores. Aún así, a veces esta es la mejor opción.
También es importante recordar que los clientes son más importantes que la idea. Si algo no funciona, es importante saber escuchar al mercado.
Si hablamos del equipo, muy pocos fundadores encuentran éxito sin un equipo. Además, la mayoría de los Venture capital les gusta examinar minuciosamente al equipo de una empresa antes de invertir. De hecho, en un estudio realizado por la Stanford Graduate School of Business, el 53% de los inversores dijo que el equipo de una empresa era el factor más importante a la hora de decidir dónde poner su dinero.
Comprender el mercado.
En 2012, las criptomonedas no existían realmente. Bitcoin tenía solo cuatro años y cotizaba a menos de cinco dólares. Era un concepto del que la mayoría de la gente nunca había oído hablar. Pero Brian Armstrong y Fred Ehrsam, los fundadores de Coinbase, vieron una oportunidad. En ese momento, solo unos pocos sitios aceptaban Bitcoin y comerciar con él requería un alto nivel de conocimientos técnicos.
Con el tiempo, Coinbase logró darse a conocer, con grandes esfuerzos para mantenerse al día con las regulaciones gubernamentales, haciendo que sea seguro y sin esfuerzo para quienes quisieran comprar Bitcoin. Su éxito se deriva de identificar un mercado con un gran potencial de crecimiento, pero aún sin demanda, y comprender como el producto que ofrecía Coinbase era diferente a los demás.
Curiosamente, más del 60% de los unicornios en realidad van en la otra dirección: eligen competir en mercados que ya tienen una fuerte demanda. Amazon es un gran ejemplo de esto. Los libros no eran una novedad como Bitcoin, pero Amazon innovó en este antiguo mercado con nueva tecnología.
¿Qué es más rentable, crear un nuevo mercado o ir tras uno establecido?
Por lo general, los inversores parecen estar a favor de la creación de mercados, pero según los datos de Tamaseb, los unicornios que compiten en un mercado establecido se valoran un poco más que los de los nuevos mercados. Y aunque hay más unicornios en mercados establecidos que en nuevos mercados, según Tamaseb el % de éxito de una startup es similar, por lo tanto, no hay ventaja de ninguna manera.
Sin embargo, lo que SI marca una gran diferencia es cuando una empresa se diferencia de sus competidores. Airbnb y Snapchat ofrecen experiencias de cliente drásticamente diferentes a las de otras empresas emergentes en esas industrias. En particular, Tamaseb descubrió que en sus análisis aleatorios de startups, solo el 40% estaban altamente diferenciadas, mientras que entre los unicornios ese número estaba más cerca del 70%. Una idea altamente diferenciada no solo llama la atención y el interés, sino que también es la diferencia la que ayuda a convencer a los clientes de hacer un cambio y probar un nuevo producto.
El autor usa una metáfora para explicar el siguiente punto:
“Otra gran ventaja del mercado es hacer analgésicos en lugar de píldoras de vitaminas.
¿Cuál es la diferencia?
Los analgésicos tienen como objetivo aliviar la dolorosa necesidad de un cliente, como lo hizo Tinder para las personas solteras.
Las píldoras de vitaminas, por otro lado, tienen como objetivo brindarle al cliente más valor o entretenimiento: BuzzFeed, Snapchat y TikTok son excelentes ejemplos”.
Aquí es donde los datos revelan algo interesante, Tamaseb descubrió que alrededor de un tercio de los unicornios fabricaba píldoras de vitaminas; y en el conjunto aleatorio de startup, el número de píldoras de vitaminas superaba el 50%. Lo que significa que las píldoras de vitaminas tienen menos probabilidades de convertirse en unicornios.
Es importante tener en cuenta que no hay nada de malo en crear píldoras de vitaminas (después de todo, quién no querría un poco más de alegría), pero es cierto que mantenerlas a lo largo del tiempo es más desafiante. En cambio, los usuarios que buscan analgésicos tienden a buscar un producto que necesitan (después de todo, tienen una necesidad dolorosa). Las vitaminas suelen tener éxito al principio, son productos divertidos y pegajosos, con demasiada frecuencia la novedad desaparece. Está el ejemplo BuzzFeed, que tuvo despidos masivos cuando los ingresos cayeron.
El momento es importante.
Todo el mundo ama una nueva idea.
Hay algo mágico en ver algo que no se ha hecho antes. Los inversores de capital riesgo, sin embargo, piensan de manera diferente. Para ellos no es la novedad de ver algo nuevo, sino que no les gusta invertir en ideas que ya han sido probadas porque esas ideas ya han fallado.
Pero a veces, esas ideas fallaron simplemente porque el momento no era el adecuado.
General Magic, en 1995, construyó el teléfono inteligente. Nadie había visto algo así antes. Pero desafortunadamente, su pantalla táctil era inadecuada y la duración de la batería era pobre. Además, en ese momento, la mayoría de las personas aún no estaban enganchadas al correo electrónico. Sin embargo, doce años después, cuando Apple lanzó el iPhone, el momento no podría haber sido más perfecto. De manera similar, Google no fue el primer motor de búsqueda y Facebook no fue la primera plataforma de redes sociales, ambos fueron ideas recicladas que finalmente encontraron su momento.
Al observar los datos, no sorprende que Tamaseb descubriera que no había una ventaja clara entre ser el primero en comercializar una idea y tratar de hacer algo que ya se había hecho antes. Lo que demuestra, lo difícil que es acertar en el momento. Entonces, en lugar de preocuparse si se ha hecho algo antes, tal vez sea mejor preguntarse: ¿Por qué ahora? ¿Existe la tecnología necesaria? ¿Hay una base de clientes potenciales para aprovechar?¿Qué se puede aprender de los fracasos anteriores de otras empresas?
La respuesta de Warby Parker a "¿Por qué ahora?" era simple: No hay razón para que las gafas cuesten tanto como un nuevo iPhone.
Cuando comenzó Warby Parker, eran un pez pequeño que competía con dos gigantes: Luxottica y Essilor, que controlaban colectivamente toneladas de marcas importantes, incluidas Ray-Ban, Oakley, LensCrafters, y poseían aproximadamente el 30% del mercado mundial de gafas.
Los fundadores de Warby Parker se dieron cuenta de que este mercado estaba muy maduro para la disrupción. Los gigantes que dominaban la industria tenían precios muy altos y estaban empantanados con estructuras de costos que incluían puntos de venta minoristas y costosas licencias. Por lo tanto, Warby Parker se centro en el backstage, en la cadena logística, vendía directamente al consumidor y tenía una estrategia comercial ágil, lo que les permitió cobrar una cuarta parte de lo que cobraban sus competidores.
Los datos de Tamaseb respaldan una estrategia de David contra Goliat, que muestra que más del 50% de los unicornios se enfrentaron a competidores gigantes. En lugar de ser un obstáculo, estos competidores son una señal de que existe un mercado grande y próspero, y las nuevas empresas que no están atadas a sistemas heredados de décadas de antigüedad están perfectamente posicionadas para irrumpir y tener éxito.
Ya sea que una startup compita contra compañías heredadas u otras recién llegadas, es de vital importancia que defiendan su producto. Los inversores de capital de riesgo son especialmente sensibles a esto, porque quieren asegurarse de que otras empresas tengan dificultades para copiar su inversión.
El bootstrapping es interesante.
Según Tamaseb, el 90% de los unicornios en su estudio estaban respaldados por Venture Capital. Esto se debe a que la inversión de capital de riesgo y las nuevas empresas son un matrimonio hecho en el cielo, y ambos tienen como objetivo avanzar rápidamente hacia su objetivo de convertirse en unicornios. Y para llegar allí, la mayoría de los VC preferirían respaldar una puesta en marcha arriesgada pero potencialmente masiva en lugar de una con bajo riesgo y crecimiento constante.
Honestamente, las matemáticas son un poco tediosas de desempacar, pero en resumen todo se reduce a esto: si un VC invierte en una startup y falla, pierde todo su dinero, una suma fija. Si la puesta en marcha se dispara, la ganancia potencial es ilimitada. Por ejemplo, la valoración de la IPO de Facebook de $100.000 millones le valió a su principal VC, Accel Partners, 300 veces su inversión inicial. Obviamente, este tipo de rendimiento es atípico, también ejemplifica el tipo de juego que están jugando los inversores.
Sin embargo, aquí la cuestión es clara: obtener toneladas de inversión no es necesariamente la clave del éxito. ¿Por qué? Bueno, porque el capital riesgo no es para todos. Algunas ideas, como Tesla, requieren toneladas de inversión de capital porque son riesgosas y costosas. Otros, como la plataforma de contenido de video Quibi, recaudaron más de 1000 millones de dólares antes del lanzamiento y cerraron seis meses después.
Es decir, dependiendo de la idea, a veces es mejor arrancar sin ella durante un par de años para averiguar la viabilidad de mercado de la empresa. Por ejemplo, Sara Blakely, quien lanzó Spanx con 5000 dólares de sus propios ahorros, nunca hizo una sola inversión. Durante los primeros dos años, hizo todo su propio marketing, relaciones públicas y servicio al cliente. Cuando Spanx alcanzó su valoración de 1000 millones de dólares, Blakely todavía poseía el 100% de la empresa.
Si bien Spanx logró la rentabilidad desde el principio, hay grandes lecciones que aprender al administrar una empresa con fondos limitados. Esto se debe a que un modelo de negocios eficiente en capital es mejor tanto para los fundadores como para los inversores. Al lograr un alto rendimiento con menos inversión, la empresa evita la dilución y hay más ganancias para ambas partes interesadas.
Dirigir una empresa eficiente en capital requiere ingenio. Por ejemplo, Katrina Lake, mientras estudiaba en la Escuela de Negocios de Harvard, se le ocurrió la idea de una startup de personal shopper, que evaluaría el estilo de un cliente y vendería ropa específicamente para él. Si bien Stitch Fix pudo obtener inversión inicial, tuvo problemas para recaudar más efectivo en rondas de crecimiento posteriores. Entonces Lake aprendió a ser eficiente. Dirigió el negocio con GoogleDocs y Excel, trabajó con pasarelas de pago gratuitas y reestructuró su ciclo de efectivo para mover el producto rápidamente. Al mismo tiempo, Lake se centró en contratar a los mejores científicos de datos posibles, convirtiendo a la empresa en un centro de talento.
Lake cuenta cómo tener bajas reservas de efectivo obligó a su empresa a trabajar para obtener una rentabilidad temprana y a su vez, a obtener una sólida comprensión de la economía subyacente a su negocio. Cuando Stitch Fix se hizo pública valorada en 1600 millones, Lake se convirtió en la mujer más joven en hacerlo.
Reflexión final.
SuperFounders de Ali Tamaseb es un libro interesante, deja claro mediante la estadística lo que funciona y no funciona en las startup para convertirse en unicornios. Evidentemente que cada caso es particular.
La conclusión extraída de su libro es que el ascenso meteórico de compañías como Facebook y Apple quizás haya establecido un modelo de cómo se ve el éxito. Sin embargo, ha habido innumerables unicornios que han conseguido llegar a la cima por otros caminos.
Existen muchos mitos sobre las startup, pero los datos demuestran que los verdaderos predictores del éxito más habituales son tres:
Soñar en grande.
Tener una sólida comprensión del mercado.
Haber tenido experiencia previa en el mundo startup.
¡MUCHAS GRACIAS!
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