

Discover more from Well, back to Work
¡HOLA! Soy Diego Puertas, un chaval muy curioso, estudiante, emprendedor, inversor y quizás también un poco “cuñao” 🙃
Bienvenido a mi Newsletter, donde reflexionamos sobre emprendimiento, negocios y desarrollo personal.
China y Taiwán, son unos nombres bastante nombrados en los últimos meses. Este lunes 23 de mayo, saltaban las alarmas, con las declaraciones de Biden:


El Presidente estadounidense, anunciaba que defendería Taiwán en caso de que fuera invadido por China. Desde el inicio de la guerra de Ucrania, han empezado a salir rumores sobre la posible invasión de China hacia Taiwán. Pero la realidad es que es algo que viene de antes.
También he leído algún informe sobre que el alto costo que está sufriendo Rusia invadiendo Ucrania puede echar para atrás a China, ya que Taiwán también puede ser un territorio muy difícil de invadir.
💨 El artículo de hoy en un vistazo.
La historia de Taiwán es curiosa, en los últimos 150 años ha pasado de pertenecer a la dinastía Qing, a ser parte de Japón, para luego ser el lugar de exilio de una parte de chinos “anti-comunistas”.
El potencial del país es alto, a demás de los semiconductores, ocupa una posición importante en la economía mundial, nada más hay que ver las tensiones que genera.
El problema actual, viene de que los taiwaneses han dejado de sentirse chinos, y eso a un país como China, con tanto espíritu unionista, no le gusta.
La posible invasión, sería muy complicada, el ejercito Chino se supone que estaría preparado para afrontarlo en 2025, pero… ¿Actuarán sin ningún precedente?
La conclusión que extraemos de todo el análisis es que lo más probable sería que todo siguiera igual. Los costos de una invasión, tanto para China como para el mundo serían muy altos.
Esta edición de Well, back to Work ha sido patrocinada por:
Si, me he juntado con Tomas, el de Café y Negocios.
Es un crack el tío y hemos creado un curso sobre como crecer y crear tu marca en Twitter.
Tanto a él como a mi, escribir en esta red social nos ha cambiado la vida.
Y la verdad, veo un montón de cuentas con un gran potencial, que lo hacen realmente mal.
No voy a ser pesado, si estás interesado deja tu correo aquí y prepárate para recibir 6 emails que pueden ayudarte a potenciar tu presencia en Twitter.
😋 ¿Quieres patrocinar Well, back to Work?
🧐 Historia de Taiwán.
Taiwán se trata de un territorio curioso, de hecho, hay países e instituciones que no reconocen a Taiwán como país.
Esta es su historia:
Desde el año 1883 hasta el año 1895 Taiwán perteneció a la dinastía Qing, que tras la derrota en la primera guerra Sino-japonesa, cedió Taiwán a Japón, país que controló dicha isla hasta 1945.
Mientras tanto, en China se produjo la Revolución de Xinhai en 1912. En ese entonces, China dejó de ser un territorio totalmente homogéneo, y se crearon diversos “señores de la guerra” que gobernaban partes del país. El “gobierno oficial”, que para nada controlaba el 100% del territorio, estaba formado por Sun Yat-Sen, líder del partido nacionalista chino, que buscó ayuda internacional con la Unión Soviética, quien estaba interesado en la unificación. Se unificó por tanto, el partido nacionalista chino con el partido comunista soviético formando el “Frente Unido”.
Esta unión trajo problemas, ya que el propio partido quedó dividido en tres partes (derechistas, izquierdistas y comunistas) hasta que en 1927 se fragmento totalmente, por un lado estaban los derechistas a los mandos del partido nacionalista y por otro lado los comunistas, quienes inician una guerra civil.
Mientras se batalla la guerra civil, se produce la segunda guerra Sino-Japonesa, entre 1937 y 1945. Donde comunistas y nacionalistas dejaron a un lado sus diferencias y se unieron para luchar contra la invasión japonesa. Y con la ayuda de Estados Unidos y la Unión Soviética, lograron expulsarlos, aunque con un alto número de bajas.
Tras la expulsión japonesa, en 1947, se reanudaron los conflictos internos, con la diferencia de que la sección comunista ahora era mucho más fuerte, y logró situarse en el norte. Como por estas fechas ya había empezado la guerra fría, China se convirtió en un nuevo campo de batalla para la Unión Soviética y Estados Unidos.
En 1949 y tras el flaqueo de los nacionalistas, ayudados por Estados Unidos se proclama la República Popular de China. Y los restos nacionalistas huyeron a Taiwán, que frente a todo pronóstico han logrado mantener el territorio hasta ahora.
Esto provocaba hechos curiosos, ya que se suponía que había dos Chinas, hasta 1971 fue la “China nacionalista”(la que estaba en Taiwán), la que representaba a China en la ONU. Esto provocó que a partir de 1971 Taiwán (China nacionalista) perdiera su condición de estado soberano, aunque mantuvo relaciones con países como Estados Unidos.
En 1992 se llegó al acuerdo de “Una sola China”, donde Taiwán estaba integrada en China. Y en 1996 se llevaron a cabo las primeras elecciones en Taiwán, donde ganó el partido nacionalista, pero con el paso del tiempo, los habitantes han dejado de sentirse chinos para sentirse taiwaneses y fueron saliendo partidos independentistas.
Estos partidos independentistas han ido ganando más y más protagonismo hasta que en 2016 estas ideas llegaron al gobierno, de la mano de su presidenta Tsai, quién fue reelegida en 2020.
Los aires independentistas es algo que aterra al gobierno de Pekín, de ahí la gran tensión entre ambos territorios y entre naciones que acepten a Taiwán como país.
💣 Potencial del país.
Taiwán no es una isla cualquiera, a la vista está las grandes tensiones que genera a su alrededor. Sobre todo es conocida por que allí se concentra algo más del 60% de la producción total de semiconductores y en caso de que suceda algo, trasladar las fábricas a otros territorios es complejo.
Aunque para complejo el mundo de los semiconductores, quizás algún día hable de ello, mientras tanto, te dejo este video, puede serte muy útil.
Taiwán no es solo semiconductores, ocupa una posición importante en la economía mundial:
Fue el decimoquinto mayor exportador de mercancías del mundo en 2020. Está profundizando los lazos en todos los ámbitos con los 10 estados miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, seis países del sur de Asia, Australia y Nueva Zelanda.
Es uno de los principales actores en la industria mundial de tecnología de la información y la comunicación, así como un importante proveedor de bienes en todo el espectro industrial.
Fue el decimoctavo importador de mercancías en 2020.
Fue uno de los mayores poseedores de reservas de divisas a diciembre de 2020.
El producto interno bruto per cápita de Taiwán alcanzó los 28 371 dólares estadounidenses en 2020 En términos de PIB nominal, Taiwán se ubica cerca de Suiza y Polonia, mientras que su PIB per cápita expresado como paridad de poder adquisitivo es similar al de Islandia y Suecia.
La economía de Taiwán ha sufrido varios golpes en los últimos años, el primero, la crisis financiera mundial de 2009, y después, en 2015, debido a la débil demanda mundial de productos electrónicos de consumo, junto con la caída del precio del petróleo crudo. La economía de Taiwán creció solo un 1,47 % y el valor total del comercio de mercancías disminuyó un 13,3 % en 2015.
La situación ha mejorado desde 2016, y aunque ha habido ralentizamiento del crecimiento en determinados momentos debido al impacto de la disputa comercial entre EE. UU. y China, la expansión de la producción nacional impulsada por la reubicación de empresas manufactureras ayudó a compensar este lastre, hasta 2020 cuando parece que todo se recuperó por completo.
🚀 Desarrollo futuro.
Desde mayo de 2016, Taiwán ha adoptado el Nuevo Modelo para el Desarrollo Económico. Con ello se busca impulsar el crecimiento fomentando la innovación, aumentando el empleo y asegurando la distribución equitativa de los beneficios económicos. Bajo el modelo, Taiwán se esfuerza por fortalecer las conexiones globales y regionales a través de iniciativas como la Nueva Política Hacia el Sur, que tiene como objetivo diversificar los mercados internacionales de la nación al expandir los vínculos con los estados miembros de la ASEAN1, así como con el sur de Asia, Australia y Nueva Zelanda. Taiwán seguirá impulsando su participación en los procesos de integración económica regional y mundial.
Para impulsar la inversión nacional y mejorar la competitividad global de la nación, el Nuevo Modelo para el Desarrollo Económico prioriza la promoción de seis industrias estratégicas centrales. Estos comprenden la información y la tecnología digital; la seguridad cibernética; biotecnología y tecnología médica; defensa Nacional; energía verde y renovable; e industrias estratégicas de acopio. A través de una política proactiva construida sobre los cimientos de la iniciativa de industrias innovadoras cinco más dos, Taiwán obtendrá la ventaja de ser el primero en moverse, lo que ayudará a consolidar la posición clave del país en las cadenas de suministro globales en la era posterior a la pandemia.
🤝 Acuerdos con países.
En julio de 2013, Taiwán firmó un acuerdo de cooperación económica con Nueva Zelanda, el primero con un miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. También se firmó un acuerdo de asociación económica con Singapur en noviembre del mismo año, marcando el primer pacto de este tipo de Taiwán con un socio comercial en el sudeste asiático. Ambos acuerdos van más allá de los compromisos de la OMC. Se espera que desarrollos como estos faciliten la participación del país en bloques de integración económica regional como el Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico y la Asociación Económica Integral Regional.
Taiwán y EE. UU. lanzaron el Diálogo de Asociación de Prosperidad Económica Taiwán-EEUU en noviembre de 2020 y reanudaron las conversaciones sobre el Acuerdo Marco de Comercio e Inversión en junio de 2021.
Taiwán también firmó acuerdos de cooperación económica con Paraguay, el Reino de Esuatini y Belice en 2017, 2018 y 2020, respectivamente. Estos acuerdos tienen como objetivo fortalecer los lazos económicos, de inversión, tecnológicos y comerciales al tiempo que fortalecen la amistad con los tres países.
🙅♀️ Problemas en las cadenas de suministros.
TSMC y su rival surcoreana Samsung tienen un control casi total de la vanguardia de la industria de los semiconductores. Las capacidades de producción global se han concentrado en solo dos países, lo que genera importantes desafíos geopolíticos y contribuye en gran medida a los cambios en la tecnopolítica global.
Taiwán se ha convertido en el conflicto geopolítico más importante entre China y Estados Unidos debido a su importante posición en las cadenas de suministro de la industria tecnológica mundial. EEUU prohibió a las empresas que utilizan equipos o PI estadounidenses exportar productos a empresas en China. Esto obligó a las empresas taiwanesas de semiconductores a dejar de hacer negocios con importantes clientes chinos como Huawei.
En enero de 2021, el gobierno alemán hizo un llamado al gobierno taiwanés para que ayudara a persuadir a las empresas taiwanesas de semiconductores para que aumentaran la producción, ya que la escasez mundial de semiconductores estaba obstaculizando la recuperación de la economía alemana de la pandemia de COVID-19. La falta de semiconductores provocó que las líneas de producción de vehículos quedaran inactivas, lo que llevó al ministro de Economía de Alemania, Peter Altmaier , a comunicarse personalmente con el ministro de asuntos económicos de Taiwán, Wang Mei-hua, en un intento de lograr que las empresas de semiconductores de Taiwán aumentaran su capacidad de fabricación. Estados Unidos, la Unión Europea y Japón han hecho solicitudes similares. El gobierno taiwanés y TSMC anunciaron que se daría tanta prioridad como fuera posible a los fabricantes de automóviles de los aliados geopolíticos cercanos de Taiwán.
En abril de 2021, el gobierno de los EE. UU. incluyó en la lista negra a siete empresas chinas de supercomputación debido a su presunta participación en el suministro de equipos al EPL, al complejo militar-industrial chino y a los programas de armas de destrucción masiva. En respuesta, los fabricantes de chips taiwaneses Alchip y TSMC suspendieron nuevos pedidos de la empresa china de supercomputación Tianjin Phytium Information Technology.
La fuerza geopolítica de la industria de los semiconductores a menudo se conoce como el "escudo de silicio" de Taiwán.
“Taiwán se ha basado en su dominio de la industria de los microchips para su defensa. La teoría del "escudo de silicio" argumentaba que debido a que su industria de semiconductores es tan importante para la fabricación china y la economía de consumo de los Estados Unidos, las acciones que amenazan sus fundiciones serían demasiado arriesgadas".
The New York Times.
⚙️ Problema actual.
China tiene un problema, el principio “una sola China” está en crisis en Taiwán. Hace 10 años el 15% de la población era partidaria de la unión con China, el 24% quería mantenerse igual (statu-quo) y el 20% quería la independencia. En 2021 el 50% quiere mantenerse, el 38,9% optar a la independencia y menos del 5% unirse a China.
Cuanto más tiempo pasa, menos Taiwaneses quieren unirse a China.
La política de partidos en Taiwán pivota alrededor de dos grandes partidos, el KMT y el PDP que han conformado ahora coaliciones más amplias: la Alianza Azul (KMT, Partido del Pueblo Primero) y la Alianza Verde (PDP y Unión de Solidaridad de Taiwán) y ambas son gradualistas, la primera favorable a una integración lenta con la RPCh2 y la segunda apuesta por ir avanzando poco a poco hacia la independencia. Al margen de todos se sitúa la Alianza por Formosa, partidaria de declararla cuanto antes.
El KMT siempre ha sostenido la tesis de “una sola China” y una sola soberanía, disputándole al PCCh3 tan sólo la cuestión de la legitimidad (nacionalismo versus comunismo). El KMT aceptaría el modelo de Hong Kong (” un país, dos sistemas”), pero la anulación en la práctica del mismo por el régimen comunista hace inviable en Taiwán defender tal opción.
Reforma electoral Hong Kong
En marzo de 2021 se aprobó una reforma electoral para garantizar que solo “patriotas” pudieran gobernar Hong Kong, y evitar así que sucediera algo como en Taiwán. El 8 de mayo el único candidato, partidario leal a Pekín, John Lee fue elegido jefe ejecutivo de la ciudad.
Taiwán se está convirtiendo en una obsesión para el partido comunista chino, su objetivo es conseguir su reintegración total antes del 2049, el año del centenario del régimen. Para el PCCh la reunificación es un “deber histórico” pues “Taiwán es parte del sagrado [ sica su ] territorio de la RPCh ”, cosas religiosas y nacionalistas…
El PCCh alerta a los nacionalistas taiwaneses de que no caigan en la tentación de declarar oficialmente la independencia.
“La tarea histórica de la reunificación de la madre patria debe cumplirse, y se cumplirá definitivamente”.
Xi Jinping no quiere postergar su objetivo patriótico por tiempo indefinido, y aunque apuesta por la reunificación pacífica, no descarta la eventualidad militar (ley antisecesión de 2005).
La RPCh está expandiendo su presencia marítima en la zona con enclaves artificiales, y no para de provocar a Taiwán cruzando la línea media tácita entre la China continental y la isla para sobrevolar las zonas de defensa estratégica de aquella. Por tanto, aunque el riesgo de invasión es hoy improbable, tantas maniobras militares podrían provocar un accidente de imprevisibles consecuencias.
Si el régimen comunista optara por la fuerza, técnicamente (según estudios) podría estar en condiciones de hacerlo entre el 2025 y el 2030. Aunque una invasión militar sería una operación difícil, sin la intervención directa de los EEUU podría ser más factible. Otra cuestión es que esta opción no sería nada fácil de gestionar (la oposición en la isla sería masiva) y tendría un coste internacional muy alto para la RPCh.
La Presidenta Tsai ha afirmado que “Taiwán hará lo que sea necesario para defenderse” y aunque el 80% de los taiwaneses está dispuesto a repeler cualquier invasión, sólo el 50% cree que los EEUU acudirían al rescate. En la RPCh el consenso social para reunificar como sea es muy alto (75%), aunque en una dictadura hay que relativizar este dato. El PCCh cuenta con que los EEUU no intervendrían directamente, con lo que la ocupación sería de hecho irreversible a largo plazo. Por muchas sanciones internacionales que se le impusieran, la RPCh podría sortearlas por su poderío económico. No obstante, si Taiwán no declara la independencia (y lo más probable es que no lo haga) la RPCh carecería de argumentos para justificar la invasión.
En este sentido, es más probable la guerra económica que la militar: desde sanciones a las exportaciones a desestabilización del mercado taiwanés y la RPCh está en condiciones de hacerlo porque el volumen de intercambios es alto. La RPCh podría implantar un bloqueo económico, paralizar el sistema financiero taiwanés y hackear su sistema informático: la isla podría resistir, pero necesitaría mucha inversión y ayuda de países extranjeros. Los intercambios comerciales pueden ser el gran instrumento de chantaje de la RPCh pues es ya el primer socio comercial de Taiwán al acaparar el 40% de las exportaciones de la isla, cuatro veces más que los EUA. Lo cierto es que, cuando gobierna el PDP, las relaciones comerciales se enfrían (pero no se interrumpen), a la vez que ha surgido una oposición insular a las mismas (el “movimiento de los girasoles” en 2014).
🙈 Posible invasión.
Taiwán es muy importante desde el punto de vista geoestratégico porque permite controlar el mar de la China meridional por donde pasa una tercera parte del tráfico marítimo global: no por casualidad, el general Mac Arthur la definió como un “portaaviones insumergible”.
Taiwán depende para su defensa de los EEUU, pero oficialmente éstos sólo reconocen diplomáticamente a la RPCh, y no a Taiwán. En consecuencia, la posición de los EEUU es muy incómoda porque admite el principio de obligados a ayudar una sola China, aunque están a la defensa de la isla según la Taiwan Relations Act. En realidad, tal ayuda no es exactamente enviar tropas, sino armamento y asesores, a diferencia de los convenios que los EEUU tienen con Corea del Sur, Japón y Filipinas.
A la vez que la RPCh se rearma, la respuesta de los EEUU es la de alentar a Japón, Filipinas y Australia a incrementar su gasto militar. El reciente acuerdo del AUKUS4 tiene una clara proyección de contención de la RPCh y de Corea del Norte, pero el rearme y el aumento de la militarización no parece la mejor estrategia para estabilizar la zona; de ahí que sería mucho más productivo apostar por la diplomacia, el desarrollo económico y el bienestar social.
Trump endureció la política comercial frente a la RPCh y cuestionó el principio de “una sola China”, pero tampoco lo negó categóricamente. A la vez que aumentó los intercambios militares con Taiwán, el incremento de la guerra comercial con la RPCh no dio los resultados esperados, de tal suerte que con Biden no ha habido grandes cambios.
Los EEUU no pueden dejar caer a Taiwán por el silicio y las sofisticadas armas que han vendido a la isla y que caerían en manos de la RPCh. Por tanto, los EEUU mantienen una calculada ambigüedad: perder la isla sería un grave retroceso estratégico, pero embarcarse en una confrontación militar con la RPCh sería mucho peor.
👋 Conclusiones.
Parece que ni la declaración oficial de independencia ni la invasión militar por parte de la RPCh son algo probable debido a sus altos costes, aunque evidentemente, no se puedan descartar completamente. Si en algún momento se acabara imponiendo la opción militar es muy improbable que los EEUU se involucraran directamente, en caso de que así sea, el riesgo para todo el mundo sería muy alto.
Aunque a nivel personal, considero que la Guerra de Ucrania está sirviendo de precedente para que China apueste más por la vía diplomática. Taiwán se trata de una isla pequeña, y a una “guerra de guerrillas” es muy complicado vencer, y en caso de hacerlo, el costo (tanto de vidas como económico) sería muy alto.
El escenario de una invasión o acuerdo de “una sola China”, cambiaría el tablero regional y perjudicaría a Australia, Corea del Sur y Japón que tendrían que acomodarse a la hegemonía china.
En consecuencia, al ser tanto la independencia como la anexión escenarios muy negativos, lo más probable es que se mantenga el actual statu-quo. Taiwán ha asumido que no puede esperar mantener el pluralismo político si se integra en la RPCh tras lo que ha ocurrido en Hong Kong. Por tanto, aunque Taiwán no cederá en su tipo de régimen, no se arriesgará a declarar la independencia. En cualquier caso, lo razonable sería archivar del todo las amenazas militares y optar exclusivamente por las negociaciones políticas.
¡MUCHAS GRACIAS!
Si te ha gustado déjame un ❤️ para que pueda subir mi ego y compártelo con alguien a quién creas que pueda servirle.
Y si tienes dudas, ya sabes, un comentario, y podemos debatirlo abajo tranquilamente.
✌️ Si quieres patrocinar esta Newsletter, aquí tienes toda la información.
Asociación de Naciones de Asia Sudoriental: Tailandia, Indonesia, Malasia, Singapur y Filipinas.
República Popular China.
Partido Comunista chino.