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¡HOLA! Soy Diego Puertas, un chaval muy curioso, estudiante, emprendedor, inversor y quizás también un poco “cuñao” 🙃
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💨 El articulo en un vistazo.
Los años felices años 20, fueron una época de expansión económica, en el que se nació la sociedad de consumo y se dio entrada a multitud de minoristas a la inversión.
El crac del 29, una serie continuada de caídas fue creando pánico en le mercado, que culminó el jueves 24 de octubre, más conocido como Jueves Negro. El día en el que muchos inversores minoristas se arruinaron.
La Gran Depresión, el Jueves Negro fue solo el inicio de una década de pobreza y miseria. Época donde se popularizaron movimientos anticapitalistas como el comunismo y de poder como el fascismo.
Conclusiones y reflexiones, sobre la situación actual y los errores que seguimos cometiendo como sociedad.
😁 Los felices años 20.
Tras el final de la Primera Guerra Mundial, llegó una década de gran prosperidad en occidente en general y en Estados Unidos en particular. El periodo expansivo del ciclo económico benefició a la economía, que creció a un ritmo nunca antes registrado.
En esta década, debido a la gran expansión económica y a numerosos avances tecnológicos, se comenzó a democratizar la inversión.
Antes de la Primera Guerra Mundial, el estadounidense de a pie no sabia lo que era la inversión, su primer contacto con estos instrumentos llegó gracias a los Bonos Libertad que Estados Unidos usó para financiar la guerra. Por primera vez, muchos estadounidenses comenzaron a recibir intereses cada seis meses.
Tras el éxito de la Guerra el estadounidense medio estaba tan feliz cobrando sus intereses, y las grandes élites de Wall Street pensaron que sería buena idea comercializar otros tipos de instrumentos como las acciones o los bonos corporativos.
“En vez de financiar al estado, puedes financiar a una compañía”.
Se empezaron a abrir agencias de corretaje por todo el país, para que personas con dinero pero sin conocimientos tuvieran acceso a la inversión.
Se empezó a fomentar la cultura de la inversión, gracias también a los grandes avances tecnológicos, por ejemplo en 1923, la compañía Trans-Lux presentó una gran pantalla que mostraba los precios de las acciones, que cambiaban rápidamente, el “ticker de películas”. Empresas tecnológicas empezaron a crecer, ya que la gente compraba acciones de las empresas que fabricaban esos productos que tanto les gustaban.
Hasta aquí, todo correcto, las empresas hacían grandes avances e inversores emocionados compraban sus acciones.
Pero...
Evidentemente, en un momento histórico de tal expansión, en el que todo el mundo ganaba y a todo el mundo le iba bien, la gente empezó a querer cada vez más y más, fue entonces cuando nació la Sociedad de Consumo.
Se empezó a forjar la mentalidad del “compra ahora y pague después”. La gente empezó a querer aparentar algo que no eran.
Esta filosofía de “compre ahora y pague después” también llegó al mundo de la inversión, y la gente empezó a comprar a crédito. Se juntaba el desconocimiento de los inversores con la codicia de los corredores, que lo vendían como algo seguro, pues no paraba de subir. Tal fue el nivel de apalancamiento de los inversores que a finales de los años 20, el 40% del crédito que se prestaba a la población era para invertir en bolsa. Y e por tanto, el 90% del precio de compra de las acciones se pagaba con dinero prestado.
Pero todo subía, y por tanto, estaba justificado, bien justificado.
Empezaron a aparecer los primeros ganchos, con la idea de atraer a más inversores, ya que la valoración de algunas compañías comenzaba a estar algo desorbitada. En realidad, que las acciones estaban sobrevaloradas nadie lo sabía, ya que por aquel entonces los únicos que tenían conocimiento sobre la situación del mercado eran las grandes élites de Wall Street. Pero se necesitaba la entrada de nuevos inversores y empezaron a salir las primeras historias de éxito, de gente haciéndose millonaria de un día para otro y de “famosetes” que invertían.
Esto hizo que la entrada de inversores por el FOMO creado cada vez fuera a más, personas con necesidades comenzaron a buscar la salvación en la bolsa y todo esto empezaba a ser insostenible. En 1928 le mercado subió un 50%.
“Dinero fácil”
A finales de la década, el gobierno dejó de tener cierto control sobre el mercado y comenzó a haber gran tráfico de influencias y manipulaciones. Era un gran casino movido por grandes especuladores.
Estos grandes especuladores se aprovechaban constantemente de los inversores más noveles comprando un valor y empezando a calentarlo, haciendo que la gente empiece a hablar de él, para que cuando se dispare y la mayoría de minoristas compren, ellos puedan salir. ¿Te suena?
En 1929 algunos inversores experimentados empezaban a olerse algo, en marzo Paul Warburg dijo:
“Si se permite que la especulación vaya demasiado lejos, podemos asistir ante una Gran Depresión”
En ese momento lo consideraban un aguafiestas... Nadie le hizo caso, y durante esos meses cada vez más empresas salían a cotizar.
Fue en verano cuando algunos grandes especuladores empezaron a salirse del mercado y mantenerse al margen. Se dice que en esa fecha se comentó la famosa frase:
“Si el limpiabotas sabe tanto como yo sobre el mercado, tal vez es momento de que lo deje”
Curiosidad: Existe cierta polémica con esta frase, ya que no se sabe si esta frase fue dicha por primera vez en 1929 por Joseph P. Kennedy un gran especulador de la época y padre del futuro Presidente o fue dicha por Rockefeller, que nació en 1939. En cualquier caso, creo que se entiende su significado.
📉 El “crac del 29”.
Desde marzo de 1929 existía cierto murmullo entre los inversores, sin embargo, el mercado siguió al alza hasta un miércoles 23 de octubre, día en el que a última hora las acciones automovilísticas cayeron. Era la previa para el inicio del jueves negro.
El jueves 24 de octubre se produjo la debacle total, los mercados se dejaron un 9%, todo el mundo quería vender y nadie encontraba comprador para sus acciones... ¡Ni a un tercio de su valor!
Miles de personas enfadadas se congregaban a las puertas de la bolsa de Wall Street. No se creían lo que estaba ocurriendo, no habían visto nunca a la bolsa caer así. El murmullo aumentaba y la confianza se estaba perdiendo.
“Cuando se pierde la confianza, valores buenos y malos van de la mano”.
Según he leído, la policía tuvo que clausurar la bolsa, debido a la cantidad de gente enfadada que había a las puertas.
JP Morgan, que cuatro días antes había dicho que el futuro del mercado era glorioso, convocó una reunión con las personas más ricas de EEUU. Las virulentas caídas era algo que ellos no tenían previsto y trataron de buscar una solución para hacer subir la bolsa. Fue entonces cuando decidieron inyectar 250 millones de dólares y respaldar una serie de valores clave. Con la idea de que esto confiaba levantara el mercado y mejorara la confianza de los inversores.
Funciono, a corto plazo. Los periodistas empezaron a hacer eco de la reunión y los banqueros seguían transmitiendo tranquilidad. Durante el viernes y el sábado, el mercado se mantuvo.
Sin embargo, lo que sucedió el jueves 24 de octubre era muy difícil de fue de sujetar, el numero de transacciones fue tal que durante 4 horas tras el cierre de la bolsa se estuvieron marcando transacciones.
La tecnología de aquel entonces no podía hacer frente a la realidad del numero de transacciones, lo que provocaba gran descontrol.
El lunes 28 de mayo, las maquinas no tenían cinta para pasar las transacciones, y el miedo por la falta de información empezaba a pasar factura, se empezaba a rumorear los peligros del apalancamiento: los inversores más noveles empezaban a darse cuenta que cuando todo sube ganabas mucho, pero cuando todo cae todo se volvía en tu contra.
El pánico se iba incrementando y los inversores empezaban a recibir cartas de los corredores que los instaban a depositar efectivo si querían mantener abiertas las posiciones de sus inversores. El problema es que era tal el apalancamiento, que muchos minoristas no podían hacer frente si quiera a este deposito, y las corredurías se vieron obligadas a ir cerrando posiciones.
PÁNICO TOTAL.
El martes 29 de octubre la caída continuaba, las ventas eran tan numerosas que no hubo ni reuniones en JP Morgan, tanto volumen era imposible de pararlo. En 36 horas se había perdido más del 20% del valor de la industria estadounidense.
La mayoría de minoristas, estaban arruinados.
😨 La Gran Depresión.
El “crac del 29” solo fue el inicio de una década depresiva. En apenas unos días, muchas personas vieron como se perdían los ahorros de toda una vida.
Los suicidios aumentaron.
A finales de 1931 más de 2000 bancos quebraron, con los ahorros de sus clientes.
De esta forma, las victimas de este gran colapso económico llegaron mucho más allá de las personas que poseían acciones. Se quebró la confianza de todo el sector financiero.
Los bancos no estaban respaldados por nada, si el banco no actuaba bien, sus clientes sufrían. De esta forma se creo una gran desconfianza en los bancos.
Las empresas empezaron a sufrir y el trabajo comenzó a escasear. Ni los negocios más solventes se salvaban.
Se entró en un circulo vicioso de escasez y pobreza.
En 1932 se ponía fin a doce años de gobierno republicano y Roosevelt, demócrata, trató de recuperar la confianza inversora, poniendo fin a la especulación y supervisando las actuaciones de los banqueros, sobre todo con el crédito.
Poco a poco la confianza en la banca se fue recuperando, pero la Gran Depresión se extendió hasta el inicio del Segunda Guerra Mundial.
La recesión económica de esta década avivó los movimientos comunistas y anticapitalistas, y la falta de autoridad por parte del gobierno, avivó el fascismo.
😌 Conclusiones.
Ahora mismo, nos encontramos en un momento de la historia en el que las diferencias respecto a esa época son grandes.
La democratización de la inversión ha llegado para quedarse, el inversor minorista tiene acceso a mucha más información de la que disponía entonces. La tecnología avanza, el acceso a información y a educación financiera cada vez es más fácil.
Sin embargo, y pese a que estas son diferencias bastante importantes, aun podemos encontrar algunas similitudes de aquella época, lo que nos deja claro que a la psicología humana le cuesta mucho cambiar:
Apalancamiento, la principal causa por la que se arruinaron los inversores minoristas en su día fue el apalancamiento, y a día de hoy estamos viendo como esta práctica sigue siendo muy utilizada por inversores noveles. En caso de una quiebra del mercado si tienes acciones o criptomonedas en sí, seguirás teniendo esas acciones más baratas, en caso de apalancamiento con nula gestión del riesgo estarás realmente jodido.
El gran numero de agencias de correduría que se abrió en la década de los 20 quizás tenga similitudes con la gran salida de brokers y Exchange los últimos años. Estas plataformas permiten que cada vez con menos dinero las personas tengan acceso a exponerse al mercado (mayormente mediante derivados). Estas plataformas han hecho su “agosto” en el año 2020 y 2021, nada más hay que ver el gran numero de plataformas que salieron a bolsa.
“Pump and dump”, esa historia de calentar un valor para que las manos fuertes vendan mientras los minoristas compran es algo que tenemos muy reciente, sobre todo en el mundo cripto (aunque también se da en small caps).
Las historias de éxito sobre como hacerte millonario de un día para otro también es algo que existe a día de hoy y que con las redes sociales ha ido en aumento.
Normalizar un mercado realmente sobrevalorado es algo de lo que los inversores hemos pecado los últimos años, quizás por la gran entrada de inversores nóveles. En la época post-covid, se ha normalizado que empresas sobrevaloradas o con negocios de escasa temporalidad tuvieran un gran rendimiento en bolsa.
Una de las grandes diferencias que veo respecto a esa época es la inflación, en 1929 la inflación no llegaba al 1% (posteriormente, en 1930 se entraría en deflación y sería un 6% menor), pero el intento de JP Morgan de inyectar capital y sujetar los mercados no tuvieron efecto.
En la situación actual, la inflación está en máximos desde los años 80 ya que el mercado fue impulsado por la política expansiva de la Reserva Federal, que se esforzó porque el crash de marzo de 2020 fuera lo más leve posible. El retiro de esta gran política monetaria expansiva (mayor de la historia) y una gran serie de conflictos macroeconómicos están amenazando a Estados Unidos con la estanflación y ya veremos como acaba todo.
Esperemos que mejor que en la década de 1930.
¡MUCHAS GRACIAS!
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